lunes, 14 de abril de 2008

Tu esperanza

Ellos responderán si hacerlo quieren.
Tú aguarda solo por los días buenos;
tus caminos en paz, tus labios llenos
de alabanza a las cosas que no mueren.

Has de notarlo cuando se encendieren
al firmamento soles como truenos;
míralos con los ojos más serenos
que ojalá del amor se humedecieren.

Ellos responderán a tu llamado,
dirán cosas magníficas que ignoras
y con paciencia aclararán lo oculto.

Con pulcritud te nombrarán amado.
Espéralos de día y a deshoras;
vendrán por ti y tu corazón adulto.



19/12/91 


 
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