Torpe corazón, alaba...

Torpe corazón, alaba;
por favor, corazón mío, alaba,
que ya es tiempo que despiertes.
¡Alaba al Señor!
Canta ya lengua anudada por el tiempo,
esfuérzate y canta ya.
Retira tus pies del cieno,
camina por la segura senda,
corre hacia la luz que te lleva a la paz
y calor de un buen refugio.
Sí criatura, haz un pequeño esfuerzo,
alza los ojos del polvo de la tierra
y mira al cielo que un día
sus ventanas abrirá.
Sabe que Dios quiere nuestro amor,
quiere la alegría nuestra,
que nos humillemos con dulzura.
Él no busca que emprendamos
las cosas más complicadas
ni aquellas difíciles de descifrar,
sino los asuntos más sencillos
que un niño es capaz de concebir
son los que pide el Señor de nuestras manos.
Porque, ¡qué fácil es para los humildes,
para los pequeños y los niños
creer con plenitud al Señor Jesús!
¡Así creamos todos nosotros
en su hermosa salvación!

30 de abril de 2017

Las maravillas del Señor

Grandes cosas tiene el mundo
mas ninguna comparable
a las maravillas ciertas
en la diestra del Señor.

Todo es sombra, todo es humo,
todo es grave vanidad,
simples sueños que se olvidan
aun antes de despertar.

Se siguen voces extrañas,
se busca lo que perece,
se encuentra lo que nos pierde,
se cree en la lengua que engaña.

Es mejor seguir a Cristo,
y buscar en él la vida,
y correr el buen camino,
y esperar su gran justicia.

No hay en el mundo un amor
como Dios nos da en Jesús,
ni existe caricia entera
como el tiento de su luz.

Las maravillas sin número
pertenecen al Señor,
y toda misericordia
de su santo corazón.

La esperanza debe estar
en Aquel que da la paz,
y el ardor del alma solo
para Quien nos ama más. 

17 de abril de 2017

En cada palabra

En cada palabra
y en cada rumor
del día sereno
está mi Señor.

¿Quién canta a lo lejos
con tanta emoción?
—Un alma que intima
con el ruiseñor.

 

El mar de sonidos
parece canción,
plegarias de niños
que elevan a Dios

es mes de vendimia
y aquí pruebo hoy,
un gusto escondido
en uvas de amor.

Hay luz de verdad
en cada visión,
y paz en los hombres
que anhelan a Dios.

Percibo una forma
desde este rincón,

¡Qué esperanzadora
se entiende su voz!

Lo fijo que siento
en mi corazón
me da la certeza
de mi Redentor.

Un alma que ama
es esto que doy
el día que nace
cantando al Señor.

23-10-1986

Se anhela mucho a Dios

Qué dulce el día de besar sus pies,
de volver a mirar su rostro santo,
de oír de nuevo su saber eterno.

Se anhela mucho a Dios entre los hombres
y en todas las criaturas de la Tierra
que tiemblan esperando su venida.

Aun desde lejos Dios hará grandezas,
y estando ya cercano, maravillas,
para alabanza suya en las naciones.

Pronto sabrán de tu poder, Señor,
y serás con justeza, enaltecido;
y con entero corazón, amado.

Darás a nuestro ser entendimiento,
y cual rocío que se asienta al alba
asentarás la paz entre los pueblos.

6 de abril de 2017