domingo, 30 de abril de 2017

Torpe corazón, alaba...

Torpe corazón, alaba;
por favor, corazón mío, alaba,
que ya es tiempo que despiertes.
¡Alaba al Señor!
Canta ya lengua anudada por el tiempo,
esfuérzate y canta ya.
Retira tus pies del cieno,
camina por la segura senda,
corre hacia la luz que te lleva a la paz
y calor de un buen refugio.
Sí criatura, haz un pequeño esfuerzo,
alza los ojos del polvo de la tierra
y mira al cielo que un día
sus ventanas abrirá.
Sabe que Dios quiere nuestro amor,
quiere la alegría nuestra,
que nos humillemos con dulzura.
Él no busca que emprendamos
las cosas más complicadas
ni aquellas difíciles de descifrar,
sino los asuntos más sencillos
que un niño es capaz de concebir
son los que pide el Señor de nuestras manos.
Porque, ¡qué fácil es para los humildes,
para los pequeños y los niños
creer con plenitud al Señor Jesús!
¡Así creamos todos nosotros
en su hermosa salvación!

30 de abril de 2017