Qué dulce el día de besar sus pies,
de volver a mirar su rostro santo,
de oír de nuevo su saber eterno.
Se anhela mucho a Dios entre los hombres
y en todas las criaturas de la Tierra
que tiemblan esperando su venida.
Aun desde lejos Dios hará grandezas,
y estando ya cercano, maravillas,
para alabanza suya en las naciones.
Pronto sabrán de tu poder, Señor,
y serás con justeza, enaltecido;
y con entero corazón, amado.
Darás a nuestro ser entendimiento,
y cual rocío que se asienta al alba
asentarás la paz entre los pueblos.
6 de abril de 2017