Cuanto más quiero hablar de maravillas
más se entorpece mi penosa lengua;
no alcanza mi alabanza a tu Grandeza
y es un gracias escaso mi tributo.
Quisiera responder desde mi asombro
con la potencia de las letras santas;
mi corazón de niño en tu Presencia
pide gracia en el canto prodigioso.
7/07/2008
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