llega el pan verdadero a nuestra mesa
donde vibra la voz de su promesa
y se declara su rescate listo.
Arriba a tierra el gran amor previsto
desde la fe del hombre que confiesa
todo error y su mal vivir sopesa
y se entrega a Aquel por Dios provisto.
Es creer hasta el fin sabiduría,
tener los ojos al camino abiertos,
temer con esperanza al Ser bendito.
En el Señor está la primacía,
la potestad de vivos y de muertos
y el divino perdón que necesito.
13.08.2025